28 marzo 2007

Algunos datos sobre educación.

Realidad universitaria.
Según un estudio realizado los años 2005 y 2006 podemos notar que la composición de clase de los estudiantes que ingresan a nuestra carrera es la siguiente:

Definiendo para tal efecto lo siguiente:
Proletariado: son aquellos estudiantes cuyos padres trabajan produciendo con sus manos bienes materiales al interior de una fábrica. También caben en este grupo los obreros vinculados a la construcción. El sueldo promedio de este grupo es de apenas $230.000 y representan al 8% de los estudiantes.
Semiproletariado agrícola: Son aquellos alumnos provenientes de familias ligadas a las actividades agrícolas, principalmente desempeñándose como temporeros. El sueldo promedio de este grupo es de $160.000 y representan al 3% del universo de estudiantes.
Semiproletariado urbano: están en este grupo empleos como mecánicos, carpinteros o costureras. El sueldo promedio de este segmento es de $220.000 y representan al 7%.
Comerciantes y trabajadores independientes: son aquellos padres que trabajan independientemente y que no obedecen a una jerarquía, sin embargo es el grupo más inestable debido a su fuente laboral. Sus sueldos promedios se fijan en $350.000 y representan al 13%.
Empleados: Son trabajadores dependientes cuyos sueldos promedios se sitúan en $320.000 y representan al 36% de la población.
Profesionales: son aquellos padres que poseen estudios superiores ya sean técnicos universitarios o un título profesional. El sueldo promedio de este grupo es de $780.000 y representan al 36% de la población.

Ø Por otra parte según datos entregados por la Feusach, de los cerca de 3300 alumnos que ingresaron a la universidad el 2007, 2170 recibieron beneficios como crédito o becas. Esto habla de que la mayoría de nuestros compañeros posee una situación económica desfavorable.

Conclusión:
1. Amplios sectores del pueblo se ven marginados de ingresar a la educación superior, sobre todo a las universidades.
2. Sin embargo la gran mayoría de los que están en nuestra universidad no pertenecen a las familias más acomodadas de Chile, por lo que presentan una serie de dificultades y necesidades que debemos atender. (por ejemplo el endeudamiento, sistemas de becas, créditos, etc.)

Ø Sin embargo esta desigualdad se arrastra desde le enseñanza media, de hecho...
Sólo un 8,5% de los secundarios estudian en colegios pagados. La gran mayoría de los hijos del pueblo estudia en colegios municipales o subvencionados que son de una calidad mediocre que va empeorando dependiendo de la pobreza de las familias para gastar en la educación de sus hijos.
Por este motivo ya desde la educación primaria y secundaria se les está privando de su derecho a la educación.

Existe una educación para ricos y una educación para pobres. Así como existen clases sociales existen colegios donde se educa los hijos de los empresarios y colegios donde el pueblo está condenado a educarse de forma mediocre.

Sólo por dar un ejemplo, el siguiente cuadro muestra los colegios más caros de Chile y como la riqueza garantiza un buen puntaje en la PSU. Mientras que de los colegios más caros todos los alumnos logra ingresar a la universidad, de los demás colegios es como ganarse el loto que alguno logre ingresar.

Realidad social.
La educación en general, con sus desigualdades incluidas, está inmerso en una sociedad desigual. No debemos entender la universidad como una burbuja, sino como parte de una sociedad con la que comparte sus males.

De hecho si miramos nuestro crecimiento, tan bien mirado por los países vecinos, es fácil observar quién crece cuándo Chile crece:Para el 5% más pobre de la población este crecimiento fue de sólo un 1%(aproximadamente para hacer ver los datos mas palpables, por que en la realidad es menos de un 1%), entre el 1990 y el 2000. Para el 5% más rico de la población este crecimiento aumento más de un 62%.

Por otra parte e desigualdad en el ingreso tenemos que el 20 % Mas rico de la población Chilena se lleva cerca del 80 % de las riquezas producidas por el País, En cambio el 80 % de la población restante debe repartirse aproximadamente el 20 % de las Riquezas.
Desglosemos las fortunas de las 10 familias más ricas de Chile.
Si juntásemos las 10 fortunas más grandes de nuestro país obtendríamos la estratoférica cifra de
31.625 millones de dólares (según los datos entregados por la U del desarrollo a la Revista Qué Pasa en marzo 2007). Si el dólar lo ciframos en $600 y repartiéramos toda esa plata entre los cerca de 16 millones de chilenos cada uno recibiría la no menor cifra de $1.185.938.

Además si un trabajador común que gana el sueldo mínimo ($127.500) quisiera acumular toda la riqueza de las 10 familias más ricas del país debería trabajar 12.404.961 años, es decir, debería revivir unas 248 mil vidas sin comer, pagar cuentas ni enviar a los hijos al colegio.

¿Quiénes son los dueños de Chile?
Las familias Luksic, Matte, Angelini, Yarur, Calderón, Ibáñez, Falabella y los grupos Paulmann, Lan (Piñera), CGE (eléctrica) y principalmente las empresas transnacionales que saquean la mayoría de nuestros recursos naturales.

Influencia del imperialismo.
Esta desigualdad no es sólo producto de factores internos de nuestro país, sino que más bien se deben a la influencia que ejercen las grandes potencias sobre países como el nuestro. A través de reformas laborales y en educación buscan obtener mano de obra más barata y una cierta tecnificación que les permita maximizar sus ganancias en estos países. La mayor parte de las reformas en educación provienen de las ‘recomendaciones’ del Banco Mundial siguiendo los objetivos de las súper potencias.

¿Frente a este panorama, qué posición adoptamos nosotros?